Juanma Blázquez Hernández. Gestoría FAL-ASEFIN
Utilizando la metáfora como recurso¸ podemos decir que en este mar que es nuestro día a día ya seamos familias¸ empresas o toda una sociedad estamos atravesando una fuerte tempestad¸ con sus imprevistos¸ su inseguridad y su peligro. Dentro de este temporal sólo tenemos dos certezas: que vamos a salir de él¸ y que lo que nos salva es nuestro barco¸ ese en el que estamos todos a bordo con lo que ello conlleva y que no es otra cosa que debemos mantenernos en él si queremos sobrevivir.
Para sobrevivir y cumplir nuestra primera certeza la máxima a llevar a cabo es trabajar juntos por el mismo objetivo¸ es decir¸ remar en la misma dirección. Cuando un grupo de personas aportan su esfuerzo por igual se evitan frustraciones¸ igual pasa en una familia¸ en una empresa y en una sociedad. Si se impone austeridad pero esto no se realiza por igual en todos los niveles genera tensiones¸ si exigimos esfuerzos que alguna parte de la tripulación del barco no lleva a cabo ya sea por ostentar el poder o por piratería el resto de la tripulación estará frustrada y por tanto tenderá a remar en la dirección que crea conveniente cada persona a título individual¸ truncando el rumbo.
Tanto en la teoría como en la práctica tenemos a nuestra disposición gran cantidad de métodos para salir de ésta¸ no siendo muchos de ellos los adecuados. No obstante¸ hay algo que¸ nos llevará a llevar mejor cada una de nuestras remadas¸ las del día a día y por tanto las más importantes a corto plazo. Esa estrategia no es otra que la de una buena actitud¸ asumiendo de manera optimista nuestra posición y adaptándonos a los cambios cual camaleón¸ ya que como dijo el escritor Adam Jackson: “La actitud es el pincel con el que la mente colorea nuestra vida. Y somos nosotros quien elegimos los colores.”
Es evidente que nuestro mundo predeterminado está pintado de colores un tanto desagradables¸ cada día miramos las noticias buscando algo bueno para twittear y postear en nuestro Blog o Facebook¸ encontrando apenas ligeros atisbos de buenas noticias. Es por lo que tenemos que agarrar cada día nuestro pincel¸ pintar las amenazas de oportunidades y las debilidades de fortalezas.